Aunque en el imaginario popular Ibiza supone un destino de fiestas interminables y descontrol, resulta altamente recomendable para viajar en familia si eliges la fecha adecuada. Así pudimos comprobarlo éste verano cuando fuimos con nuestra hija (1 año). Viajamos en junio, cuando ya la isla está ambientada pero sin masificar. Septiembre y principios de octubre también son buenas fechas, pues aún se mantienen los servicios extraordinarios de verano.
